miércoles, 4 de abril de 2012

La Semana Santa y la Filosofía del Derecho.

Mañana es Jueves Santo y se conmemoran los sucesos sucedidos en la víspera de la Crucifixión del Señor. Sé que cada vez somos menos los que vivimos la Semana Santa desde la Fe, y entiendo a que es debido a que al racionalismo no se le puede derrotar (o, al menos, yo no lo consigo desde el plano puramente racional) y a que, al ser el pensamiento imperante en la sociedad occidental, produce repulsa hacia todo aquéllo que no quepa en esquemas racionales (entendido esto como no comprobable mediante el método científico, etc.).

La Filosofía del Derecho no es ajena a este fenómeno social, lo que me lleva a un ejemplo concreto (entre los muchos que hay). Debido a la progresiva implantación del racionalismo, desde la Filosofía del Derecho no hay ya argumentos (siempre que estemos en una tesis positivista o no iusnaturalista) para prohibir la poligamia (que, en contra de lo que popularmente se cree, hace referencia tanto a la poliginia como a la poliandria) salvo el afirmar que democráticamente se ha decidido así desde la Moral imperante en la sociedad.

Así, salvo por esa "dictadura de la mayoría", no hay argumentos para impedirle a seres humanos que actúen libremente casarse con más de una persona a la vez (supongo que, en España, no habría argumentos para impedirle a seres humanos que actúen libremente casarse con más de una persona a la vez, de su mismo sexo, del opuesto o de ambos).

Se entiende que el ser humano es el agente moral último (nada está por encima de él en cuanto a referente moral) y que, por tanto, nadie es quién para impedir este tipo de cosas (tampoco los anteriores seres humanos, cuyo pensamiento está recogido en la tradición cultural, etc., ya que las generaciones pasadas no pueden maniatar a las futuras, etc.).

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Pues bien, ése es el futuro; el liberalismo no económico, es decir, la introducción del anarquismo al máximo en el Derecho (que es lo que regula la sociedad, recuerdo). Y digo al máximo porque para el anarquismo no puede haber regla alguna y, en consecuencia, el Derecho no debería existir.

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Eso sí, luego ve tú (como mero ejemplo; hay más) y demuestra que una pobre chica ha sido casada como segunda mujer con un hombre musulmán (lo siento, pero en España la inmensísima mayoría de los casos se dan son en esta religión) que ya estaba casado y que lo hizo obligada. Y demuéstralo aunque se lleven 25 años de diferencia (lo que no quiere decir nada, y si no miren los matrimonios de Hugh Hefner, por ejemplo).

Si ya es difícil conseguir esto hoy en día (para empezar porque la chica no va a querer testificar y ni siquiera denunciar por temor a las futuras represalias de su comunidad cultural, con la que seguramente se va a seguir relacionando tras el juicio), hazlo cuando los musulmanes sean una minoría creciente en España.

En fin...que las tendencias filosóficas actuales (aunque ya tienen muuuuuuchos años) en el Derecho demuestran que vamos hacia el verde (color del Islam) a través del rojo (color de los suicidas culturales...digo...progresistas).

Porque en la cultura europeo-occidental hay progresivamente menos obstáculos a la libertad personal (salvo el paro, claro)...pero en el resto de culturas (japonesa, india, etc. incluidas) no estaría tan seguro de que fuera así.

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