domingo, 17 de junio de 2012

Grecia ha votado más de lo mismo.

O eso parece a esta hora aquí. Yo no estoy a favor de que gane un partido como Syriza (la segunda fuerza en el Parlamento a esta hora) pero sí de que gane la racionalidad económica. Y con estos resultados la racionalidad económica ha perdido (perdía en todos los casos).

La gente se ha echado en manos del centro derecha (¡¡y los neonazis obtienen el 7%!!; desastroso...pero eso daría para otra entrada...) seguramente pensando (como aquí) que es el que "sabe de Economía" y que, por tanto, es el que "nos sacará mejor de ésta".

Lo que pocos sabemos es que ni los supuestamente mejores en materia económica aplican la racionalidad económica de forma suficiente como para salvarnos de la Segunda Gran Depresión.

Así, si los destinados a resolver el lío por ser "los mejores en Economía" son en realidad unos catetos constructivistas como muy bien comentan en esta entrada de La decadencia de Occidente...¿qué nos queda?

¿Ven lo importante de la soberanía nacional plena? Es decir, ¿ven el gran avance que supuso la creación del Estado-Nación a lo largo del Siglo XIX (aunque el primer prototipo de Estado-Nación, como ya comenté una vez aunque ahora no recuerde la entrada, fue el de los Reyes Católicos)? Gracias a él, todo lo que tenía que estar gobernado de la misma manera (por pura racionalidad económica, aunque no lo supieran entonces) fue, progresivamente, siendo gobernado de esa única manera (poquito a poco, avanzando hasta los Decretos de Nueva Planta del Siglo XVIII, etc.).

¿De verdad creen que todo esto no tiene nada que ver con la Economía? Se equivocan. Es lo que se llama en Economía el "marco normativo o institucional".

Y en España, además de carecer de facto de Política Monetaria propia, imponemos una progresiva fragmentación del mercado único español (violando dicho sea de paso el Art. 139.2 de la Constitución Española) mediante las diferentes normativas autonómicas y locales.

Lo llevamos claro...

miércoles, 13 de junio de 2012

Hoy es el primer día que oigo hablar en un medio de comunicación de espiral diabólica.

Ha sido en la radio. Hace unos minutos. Manda huevos.

Hoy es ya 13 de junio de 2012 y son las 00:20 horas.

Desde que empezó la crisis hace ya casi 5 años (si contamos desde el verano del 2007, cuando se empezó a hablar de problemas en la banca estadounidense), por tanto, lo dicho, manda huevos.

sábado, 9 de junio de 2012

Rescate va, rescate VIENE...

...y por el camino, España se empobrece.

Ya nos han rescatado (el Ministro de Economía hablará en breve por la tele). Los que estén contentos por esto que se bajen de la nube; no es ninguna alegría porque no es ninguna solución.

Agárrense porque vienen curvas...y, encima, no hay dinero para cinturones, por lo que como el coche derrape en estas curvas lo llevamos claro...

viernes, 8 de junio de 2012

Al parecer Mr. Obama ha dicho algo sensato...

...y es que por fin alguien (además de Mr. Hollande) ve que la espiral en la que estamos inmersos es diabólica.

Repito una y mil veces; recortes (sobre todo si son muy rápidos) = más recesión = menor recaudación por el Estado = mayor déficit público en cantidades absolutas y mayor deuda pública como porcentaje del P.I.B. al caer el P.I.B. = necesidad de más recortes = de nuevo más recesión = (continúen ustedes).

Deutschland, Deutschland über alles...(AUCH AUF DEUTSCH).

Gute Nacht, meine treue Leser.

Heute will ich über die Deutsche Nationalhymne sprechen.

Vor einigen Jahren war wie folgt.

"Deutschland, Deutschland über alles.
Über alles in der Welt..."

Heutzutage sollte dasselbe noch einmal sein.

...

Warum?

Sehr einfach. Deutschland hat den Dritte Weltkrieg im Europa gewonnen.

Ohne einen einzigen Schuss abzufeuern.

...

Wie?

Durch den Euro. Spanien, Griechenland, Irland, Portugal...sind total zerstört.

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Buenas noches, mis fieles lectores.

Hoy quiero hablar sobre el himno nacional alemán.

Hace algunos años era como sigue.

"Alemania, Alemania sobre todo.
Sobre todo en el Mundo..."

Hoy en día debería ser otra vez lo mismo.

...

¿Por qué?

Muy fácil. Alemania ha ganado la Tercera Guerra Mundial en Europa.

Sin disparar un solo tiro.

...

¿Cómo?

A través del euro. España, Grecia, Irlanda, Portugal...están totalmente destrozadas.

jueves, 7 de junio de 2012

La recentísima historia de Estados Unidos contada a través del marketing.

Voy a copiar un extracto del artículo de la Harvard Business Review para América Latina titulado "¿Qué transforma una marca en icono?" del profesor asistente de marketing en Harvard Business School (Boston) Douglas B. Holt (Febrero de 2003). Me lo estoy leyendo para una asignatura y me parece un diagnóstico tan acertado que no he podido evitar exponerlo aquí. Lo sé, es largo (y eso que no es el artículo completo) pero me parece muy interesante, por lo que recomiendo su lectura. Mis comentarios (y la explicación de qué tiene que ver con este cuaderno de bitácora) vienen al final del todo.

"Las obras de un icono

La gente siempre ha necesitado mitos. Los mitos –historias simples con personajes convincentes y argumentos que resuenan dentro de nosotros– nos ayudan a hallarle sentido a la vida. Nos ofrecen ideales por los cuales vivir y nos ayudan a resolver las preguntas más desconcertantes de la vida. Y los íconos son mitos encapsulados. Son poderosos, porque nos entregan mitos en forma tangible, lo que los vuelve más accesibles.

Los iconos no son sólo marcas, por supuesto. La mayoría de las veces son personas. Hay iconos entre los políticos más exitosos, como Ronald Reagan; en artistas y animadores, como Marilyn Monroe; en activistas, como Martin Luther King, y en otras celebridades, como Lady Di. La gente los hace parte de su vida, porque a través de ellos es capaz de experimentar mitos poderosos en forma continua. Las marcas icónicas actúan de manera similar.

Cuando una marca crea un mito, los consumidores tienden a percibir el mito personificado en el producto. Así que compran el producto para consumir el mito y establecer una relación con su autor: la marca. Los antropólogos llaman a esto “acción ritual”. Cuando los clientes más fieles de Nike se ponían las zapatillas Air Jordan a principios de los años 90 enganchaban en el mito de Nike del logro individual a través de la perseverancia. Cuando los clientes de Apple escribían en sus teclados a fines de los 90 comulgaban con el mito de los valores rebeldes, creativos y libertarios de la empresa, desplegados en una nueva economía.

Las marcas-iconos personifican no cualquier mito, sino aquellos que tratan de resolver las agudas tensiones que las personas sienten entre sus propias vidas y la ideología prevaleciente en la sociedad. Tales tensiones son muy comunes. Por naturaleza, una ideología presenta un desafío bajo la forma de un imperativo moral, despliega la visión a la que aspira una nación. Pero, inevitablemente, mucha gente vive lejos de esa visión.

Por ejemplo, una ideología nacional puede promover el ideal de familia con dos padres, aunque muchos ciudadanos tengan que luchar diariamente con familias destruidas. Las contradicciones entre la ideología y la experiencia individual producen deseos y ansiedades fuertes, alimentando la demanda de mitos.

A su vez, esa demanda da origen a lo que yo llamo “mercados de mitos”. Es en estos mercados, y no en los de productos, donde las marcas compiten para convertirse en iconos. Piense en el mercado de mitos como una conversación nacional tácita, donde una gran variedad de productos culturales compiten para proporcionar el mito más poderoso. El tema de la conversación es la ideología nacional y muchos competidores participan en ella. Los ganadores en estos mercados se convierten en iconos. Son los mejores actores de los mayores mitos y disfrutan del tipo de gloria que alcanzan quienes tienen el poder profético y carismático de ofrecer liderazgo cultural en tiempos de gran necesidad. La mayoría de las veces, al menos en Estados Unidos, estos ganadores protagonizan un mito de rebelión.

Independientemente de la época o el clima ideológico, los estadounidenses son resueltamente pragmáticos y de espíritu populista. Sospechan profundamente de los dogmas políticos y de la autoridad concentrada. Cuando los estadounidenses buscan guía y consuelo se vuelcan hacia quienes luchan en defensa de sus valores personales en lugar de perseguir el poder y la riqueza. Los mitos del país se inspiran en su reserva de hombres y mujeres rebeldes, quienes a menudo amenazan la ideología reinante. Estas figuras generalmente se hallan en sitios donde el populismo adquiere su forma más pura y auténtica, entre quienes viven de acuerdo con sus creencias lejos del poder comercial, cultural y político: en la frontera, en la bohemia, en remotos pueblos rurales, en las ligas atléticas, en las zonas de inmigrantes, en guetos.

Los iconos más exitosos tienen su base en una relación íntima y creíble con un mundo rebelde. Nike con el gueto afroamericano, Harley con los motociclistas al margen de la ley, Volkswagen con los artistas bohemios y Apple con los ciberpunks. Y antes de todos ellos ya existía la bebida Mountain Dew. Vamos a examinar cómo, en los años 50, una pequeña embotelladora de Tennessee tuvo éxito con un mito rebelde que encaraba una de las contradicciones ideológicas más potentes de su tiempo.

El caso de Mountain Dew

Para entender el temprano poder icónico de Mountain Dew debemos remontarnos a la ideología prevaleciente en Estados Unidos en los años 50 y 60, que fue profundamente influenciada por la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. El éxito de las operaciones militares estadounidenses –ejecutadas de acuerdo con un modelo racional y jerarquizado– y la habilidad de la nación de superar científicamente a los nazis en la carrera para desarrollar la bomba atómica marcaron el comienzo de una nueva era. La ideología aplaudía la especialización científica, cuyo poder sería puesto en práctica por burocracias administradas profesionalmente. La cultura popular estaba llena de imágenes donde la tecnología era usada para crear futuros fantásticos y ayudar al país a conquistar nuevos mercados y vencer al bloque soviético. La idea del individualismo rudo se había hecho anacrónica. Ahora la masculinidad se debía ganar en un ambiente corporativo. Se celebraba al hombre lo suficientemente maduro como para subsumir su individualidad bajo el paraguas de la sabiduría corporativa. Fuera del trabajo, estos ideales encontraron su expresión en la nueva “vida moderna” protagonizada por familias nucleares en suburbios planificados.

Estos valores produjeron una letanía de contradicciones. Para los hombres, estos ideales parecían coercitivos y castrantes cuando se los comparaba con el populismo histórico de Estados Unidos. Libros que maldecían la conformidad del EE.UU. corporativo, como The Organization Man, de William Whyte, y The Lonely Crowd, de David Riesman, se convirtieron en bestsellers. Pronto comenzaron a surgir mercados de mitos –la frontera del oeste, la bohemia de los beats y las remotas tierras del hillbilly, nombre que se le da al campesino con poca educación que vive en los terrenos montañosos de Estados Unidos– que ofrecían válvulas de escape a estas tensiones. El hillbilly llamó la atención del público por primera vez en los años 30 con Li’l Abner, una tira cómica en la que su autor, Al Capp, exageraba la falta de civilidad de los hillbillies, creando una ácida sátira social. Hacia los años 50, el hillbilly –un personaje en contacto con sulado animal innato– parecía poderoso y peligroso, exactamente lo contrario del hombre corporativo. Elvis Presley, el pobre hillbilly de Mississippi que trajo “la música negra primitiva” al público blanco, exudaba una sexualidad cautivante y lanzó a los jóvenes a buscar discos de rock-and-roll. La serie The Beverly Hillbillies, de la cadena de televisión CBS –una alegoría populista que ensalzaba el conocimiento pragmático por encima del “aprendizaje en los libros”, el carácter por encima de la apariencia calculada y la hospitalidad tradicional por encima de la correcta etiqueta–, se convirtió en uno de los programas más populares de la televisión en los años 60.

Para bautizar su producto, los empresarios de Mountain Dew se inspiraron en una antigua canción de los montes Apalaches, en el sur de Estados Unidos, que hablaba de los placeres del “rocío de la montaña” (mountain dew), frase que se usaba para referirse a un licor artesanal de la zona, el moonshine, o “brillo de luna”, que se produce con harina de maíz, levadura y cebada. Llenaron la bebida de cafeína y azúcar para que acelerara el corazón y le pusieron menos gas que la mayoría de las otras gaseosas para ser tragada sin pausa. Luego crearon un hillbilly de caricatura, llamado Willy, que bebía Mountain Dew para “volarse”. Invocando otro estereotipo de los Apalaches, la sangrienta enemistad entre las familias Hatfields y McCoy, la etiqueta de la botella mostraba a Willy sin zapatos apuntando su rifle a un vecino que escapaba a la distancia. Amarrada a su cadera, Willy tenía una jarra de cerámica del tipo que se usaba para tomar licor casero. Cuando PepsiCo compró la marca en 1964, la empresa mantuvo el personaje hillbilly, le cambió el nombre por Clem, y lo puso en comerciales animados en la televisión. Un comercial llamado “Beatiful Sal” muestra un elenco de campesinos descalzos. Dos toscos campesinos cortejan a Sal, una voluptuosa pelirroja de vestido apretado. Sal rechaza las flores de ambos hombres y les encaja los sombreros en sus cabezas antes de irse. Entonces aparece Clem. Con una estatura que es la mitad de Sal, Clem no parece la pareja ideal. Pero Clem saca una gran botella de Mountain Dew de su enorme sombrero de cowboy. Sal le arrebata la botella, la abre y toma unos cuantos sorbos. Mientras Clem fija lujuriosamente la vista en Sal, ella levanta una pierna y grita “Yahoo, Mountain Dew!”, al tiempo que su largo pelo liso se ondula. Si el público todavía no entiende que Mountain Dew tiene el poder de cambiar las actitudes en un instante, las chispas que salen de las orejas de Sal despejan cualquier duda. Ella ruge como una pantera en celo, abraza a Clem apasionadamente y lo ahoga con un beso. Un anciano con un solo diente pone una mano detrás de su cabeza y lascivamente saca un dedo a través de un hoyo de bala en su sombrero, mientras dice “Mountain Dew te hace cosquillas en las tripas, porque hay una explosión en cada botella”. Las ventas se fueron a las nubes en las áreas rurales del este de Estados Unidos. Mountain Dew había logrado crear una especie de masculinidad que competía con la rutina y las emociones contenidas del hombre organizacional. Su hillbilly era un endiablado bromista que apelaba a la audiencia masculina que liberaba su propio hombre salvaje.

Cruzando rupturas culturales

El éxito de Mountain Dew como icono es aún más impresionante si se considera cómo sobrevivió a la tensión ideológica en la que se posicionó en sus comienzos. La ideología nacional funciona como la idea del equilibrio puntuado de Stephen Jay Gould, o la descripción de los ciclos de innovación de los mercados tecnológicos de Clay Christensen y Michael Tushman, que hablan de largos períodos de pequeñas innovaciones alterados ocasionalmente por cambios tecnológicos radicales. A medida que una ideología pierde su relevancia, la gente pierde la fe en sus fundamentos. Le sigue la experimentación, se reorganizan los ingredientes históricos y la sociedad finalmente alcanza un nuevo consenso.

Cuando ocurre un cambio ideológico de este tipo, la gente se ve forzada a ajustar sus aspiraciones y su visión de sí misma. En estas coyunturas, los mitos ofrecen un poderoso sentido de estructura y crecen espontáneamente en torno a la ideología emergente, formando nuevos mercados de mitos. Vemos el surgimiento de nuevos iconos y los forcejeos de los ya existentes por permanecer vigentes. Mountain Dew, que ha experimentado un crecimiento increíble desde los años 60, es una de las pocas marcas icónicas que han sido capaces de aumentar su poder de mercado a lo largo de disrupciones en la ideología, cruzando abismos culturales en vez de ser desmanteladas por ellos.

Piense en lo que le ocurrió a la ideología que dio fuerza al mito original de Mountain Dew. Cuando los años 60 llegaron a su tumultuoso fin, la ideología científico-burocrática se desplomó bajo el peso de una serie de conflictos y debilidades. Multitudinarias protestas urbanas revelaron la limitación de los programas de la Gran Sociedad (la iniciativa social del gobierno de Lyndon Johnson), las empresas japonesas demostraron que las norteamericanas no eran líderes mundiales, las empresas petroleras árabes demostraron la vulnerabilidaddel poder económico de Estados Unidos, los vietcong convirtieron en un chiste la superioridad militar de Estados Unidos y Watergate erosionó la confianza de los estadounidenses en su sistema político.

Así, el país empezó a experimentar con nuevas posibilidades ideológicas, influenciado por los rebeldes de turno: los activistas del poder negro, los hippies, los ambientalistas y las feministas. El desafío al conformismo que personificaba el hillbilly se volvió irrelevante y pronto desapareció de los medios de comunicación. Las ventas de Mountain Dew bajaron y una serie de nuevas iniciativas de branding no lograron controlar la caída. Ronald Reagan fue quien finalmente volvió a galvanizar a Estados Unidos en torno a una nueva ideología, al resucitar el “mito de la frontera” del ex presidente Theodore Roosevelt. Convenció a los estadounidenses de que lucharan contra la doble amenaza del comunismo soviético y el poder económico japonés. Con maestría, Reagan pintó un retrato del país con imágenes de cowboys y del Lejano Oeste, con ayuda de muchos amigos actores que habían representado cowboys o figuras similares en el cine: John Wayne, Clint Eastwood, Charlton Heston, Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone. La película de Stallone Rambo 2, que representaba un veterano de Vietnam que pasaba por sobre una ineficiente burocracia gubernamental para salvar a soldados desaparecidos en acción, se convirtió en el símbolo de la administración Reagan. Mientras Reagan desempolvaba metáforas del pasado, éstas eran pronto remodeladas por los medios de comunicación para dar sentido al desmantelamiento de la economía norteamericana.

La reestructuración de la economía fue liderada –al menos en la imaginación popular– por un nuevo y maquiavélico tipo de hombre de negocios, representado por Donald Trump e Ivan Boesky en Wall Street y por J.R. Ewing (de la serie Dallas) en televisión. Revitalizar la economía parecía requerir un nuevo tipo de gerentes que perseguían despiadadamente el poder y la riqueza. Los profesionales urbanos adoptaron rápidamente sus papeles de nuevos cowboys de la economía y, a mediados de los 80, lucían botas de cowboy y se reunían en bares de cowboys los fines de semana. Los medios de comunicación celebraban a estos MBA y abogados que trabajaban 80 horas a la semana orquestando compras apalancadas de miles de millones de dólares. Pero a los hombres de la clase trabajadora les costaba ver a esta nueva casta como héroes fronterizos. Estos “yuppies” no eran patriotas (no tenían ningún problema en llevarse los puestos de trabajo al extranjero), no eran rudos (preferían la comida de bajas calorías y les gustaba trotar); y lo peor es que trabajaban tanto para comprarse sus BMW y sus Rolex, y no como los hombres que lo hacen por su familia, su comunidad o su país.

Muchos trabajadores se identificaron entonces con el rebelde redneck (“cuello rojo”) [recuerdo que yo ya hablé sobre ellos en Rednecks, H. L. A. Hart y el moralismo legal.], como se bautizó al campesino blanco de Estados Unidos, en alusión al cuello quemado por el sol durante las horas de trabajo al aire libre. Este nuevo rebelde era primo del hillbilly y surgió en la zona rural del sur del país durante los años 70. El redneck era un reaccionario que se alzaba contra los grandes cambios económicos y culturales. El rock del sur, integrado por bandas como Lynyrd Skynyrd, Charlie Daniels Band, los Outlaws y Molly Hatchet, era infaltable en la programación radial. En 1978, una nueva serie de televisión, The Dukes of Hazzard, se convirtió rápidamente en éxito fuera de los mercados de las grandes ciudades. Mountain Dew también captó el mensaje y rediseñó su hombre salvaje para entregar una respuesta de estilo redneck al mito fronterizo encarnado por Wall Street. Un vistazo al comercial de televisión de 1981 de Mountain Dew “Rope Swing” muestra cómo la marca entró en este nuevo y mítico territorio sin traicionar la idea que tenían sus seguidores sobre lo que representaba: un grupo de adolescentes excursionistas en un terreno montañoso y exuberante.


Entre ellos, un joven musculoso y atlético, vestido sólo con shorts y zapatillas, está con sus amigos al borde de un precipicio sobre un río caudaloso. El joven espera el momento perfecto para saltar a la otra orilla con una cuerda, al más puro estilo Tarzán. En la orilla opuesta, cuatro mujeres adolescentes le lanzan otra cuerda, para que lo reciba a mitad de camino. En cámara lenta, él hace la maniobra de cambiar de cuerda magistralmente: su cuerpo tenso y atlético suelta la primera cuerda, agarra la segunda y finalmente llega, sano y salvo, a la otra orilla. Allí, las chicas celebran su salto –un claro rito de pasaje– y lo reciben brincando emocionadas. Intercalado en la acción, el héroe sale en un close up bebiendo sin parar una botella de Mountain Dew. Al final, se ha bebido toda la botella sin parar para respirar. Sacudiéndose el agua del pelo mira hacia la cámara con los ojos cerrados y la boca abierta. La escena se congela con él aparentemente gritando “¡Ah!”.

Cuando los ejecutivos corporativos se vistieron como cowboys en los 80, Mountain Dew respondió en forma aún más asertiva con la campaña llamada “Doin’ It Country Cool”. Nuestros amigos redneck, esta vez con atuendos de cowboy, exhibiendo sus talentos atléticos y cuerpos perfectos frente a chicas que los celebran con efusión. A través del mito, Mountain Dew sostiene que los tipos varoniles son los que viven para jugar con el peligro y no sentados en una oficina. La marca retuvo su poder icónico haciendo una reinterpretación del hombre salvaje que encajara en la nueva realidad ideológica. Una vez más, Mountain Dew enarboló al hombre salvaje contra lo castrante del trabajo corporativo, pero esta vez, enfatizando la rudeza corporal y la audacia por sobre los fláccidos cowboys de Wall Street." 

Comentarios:

Podría escribir páginas y páginas sobre este artículo debido a la inmensa cantidad de información que desprende.

Sin embargo, señalaré tres ideas clave (para mí).

1º) El racionalismo estadounidense de los 50 y 60 dio paso (tras la irrupción del movimiento hippie, etc.) a una desorientación, no sólo de la ciudadanía americana sino también de su modelo económico (lo que no quiere decir que no se creciese; sólo que no se tenían objetivos claros como país).

2º) Ronald Reagan (del que hablaré próximamente) supuso una revolución. Un ejemplo de que es lo que el país necesitaba es uno de sus anuncios presidenciales (It's morning again in America o Amanece de nuevo en América; ver a continuación) que, bajo sencillísimos mensajes, apeló al sentimiento de país del que Estados Unidos carecía en ese momento (lo dice el artículo cuando habla de que retomó la idea de la última frontera de Mr. Roosevelt).


3º) El sentimiento de rebeldía es innato al ser humano (al menos en amplias capas de la población, no necesariamente las más jóvenes). Se ve en los 50 cuando la "gente de pueblo" se veía más "auténtica" que el "hombre organizacional", es decir, el que vivía en adosados insertos en barrios planificados hasta el último detalle, siendo los que "se quedaban con la chica" y en los 80 cuando los rednecks creían que su libertad era mayor que la que disfrutaban los yuppies, a pesar de que éstos gozaban de un mejor nivel de vida.

¿A qué nos lleva todo esto? A que la asignatura de Comportamiento del Consumidor es más difícil de lo que parece...porque el ser humano es más complejo de lo que se nos quiere hacer creer (ya dije en su día en la entrada Rednecks, H. L. A. Hart y el moralismo legal. que me sorprendió descubrir a este tipo de personas, ya que trabajan duro no para "subir de categoría" sino, simplemente, para preservar su estilo de vida, que ellos consideran el mejor al basarlo en la libertad).

¿Que a qué viene esta entrada? ¿Acaso no es imprescindible conocer de dónde venimos para saber adónde vamos (tanto en Derecho como en Economía)?

miércoles, 6 de junio de 2012

Ojo a varios datos.

Lo sé, debería estar estudiando...pero no puedo resistirme a comentar dos artículos que acabo de ver.

Lo primero es recomendar el artículo del Sr. Centeno "La gestión de Rajoy es una auténtica tragedia", de donde extraigo tres frases:

1ª) "Y la guinda del pastel, lo de Durán i Lleida, pidiendo un Gobierno de concentración. ¡A buenas horas! Esto ya no lo salva la casta, ni junta ni multiplicada por 10, solo la intervención y el fin del Estado Autonómico." De ahí la importancia de firmar en el enlace que tengo a la derecha, como ya expliqué en Nuevo enlace aquí a la derecha. También recomiendo (creo que ya lo hice, pero lo vuelvo a hacer) al hilo de esto el artículo del Sr. Centeno Del Frankenstein autonómico y financiero, donde habla de las autonomías citando a John Mauldin (del que he hablado unas entradas antes).

2ª) "Basta para ello que Rajoy salga de su escondite y anuncie: “Señoras y señores, se acabó la fiesta, hemos decidido intervenir Valencia, Murcia, Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía y Cataluña, y en el plazo de seis meses las competencias de Justica, Interior, Educación y Sanidad serán recuperadas por el Estado (un ahorro de 58.000 millones). Los más de 8.000 ayuntamientos quedarán reducidos a la mitad, y los restantes reducirán sus efectivos también a la mitad, empezando por Madrid, con sus 1.500 asesores y sus 200 coches oficiales (20.000 millones de ahorro). Las 4.000 empresas públicas quedaran reducidas a 400 (30.000 millones de ahorro), se suprimirán las Diputaciones (22.000 millones de ahorro) y el País Vasco y Navarra pasan a tributar por el régimen común (11.000 millones). Suprimiremos 27.000 coches oficiales, 200 embajadas y 12.000 millones en subvenciones”." Me gustan los datos del Sr. Centeno porque los veo muy cercanos a la realidad, es decir, razonables. Sin contar la última línea de lo que acabo de transcribir tenemos 58.000+20.000+30.000+22.000+11.000=141.000 millones de euros. Con que lo que calcula el Sr. Centeno sea verdad en un tercio (que ya es tirar por lo bajo) tenemos 47.000 millones de euros, esto es, un 4'7% del P.I.B. de ahorro anual (si se acometiera el recorte suficiente para llegar al 3% de déficit en el 2013 tendríamos...¡¡un superávit en ese año!! al obtener -3%+4'7% de ahorro anual=1'7% de superávit en el 2013, aunque claro, hay que tener en cuenta la espiral infernal de la que tanto he hablado, que daría como consecuencia menor déficit en cantidad pero mayor en porcentaje proporcionalmente al bajar el denominador, esto es el P.I.B. debido al recortazo).

3ª) Aunque parezca no relacionada con la crisis económica créanme; lo está y mucho. "El próximo 16 de julio, algo que ignoran estos cobardes, se cumplen 800 años de la mayor batalla librada en Europa antes de la II Guerra Mundial, las Navas de Tolosa. En ella, tres Reyes -Castilla, Aragón y Navarra- cabalgarían ese día hacia la gloria o la muerte. Diego López de Haro, abanderado de Castilla, señor de Vizcaya, inició el ataque con sus vizcaínos contra un enemigo muy superior que había jurado destruirnos y llegar a Roma. Más tarde, el Rey Sancho, al frente de su caballería navarra, destrozó a la feroz Guardia Negra que protegía a An-Nasir, el líder almohade, cuyo gigantesco ejército fue literalmente aniquilado.
En solo unas horas, 100.000 hombres perdieron la vida, cifra solo superada en 1943 en la batalla de Kursk, donde cayeron 190.000 en las primeras 24 horas, aunque, eso sí, con una población en los países combatientes 30 veces superior. Un día de gloria que cambiaría nuestra Historia. ¿Imaginan aZapatero, Rajoy y Rubalcaba en tales circunstancias? Hoy España sería musulmana. Rusia no olvida ni Kursk ni a sus héroes, mientras que estos indignos ocultan deliberadamente nuestras glorias. El día 16 de julio, representantes de Castilla, del País Vasco, de Navarra, de Aragón y de Cataluña deberían estar en las Navas honrando a sus héroes. Nunca lo harán."

En fin...

Lo segundo y último que quiero hacer es comentar "cómo va la cosa" en el "aterrizaje forzoso chino" (que, recuerdo, es lo que nos faltaba). Para ello recomiendo la lectura del artículo Por qué se tambalea el coloso chino de Ignacio de la Torre.

Repito (ya lo dije una vez), que Dios nos pille confesados (literalmente).

Tarde mejor que nunca.

Como resulta que ando liado con los exámenes voy "a remolque" de lo que se va diciendo por ahí. En el blog de La decadencia de Occidente (cuyos autores son, como ya sabrán, los ilustres Miguel Navascués y Luis H. Arroyo) se comentó hace tiempo lo que John Mauldin (conocido analista económico-financiero) pensaba sobre España, recomendándose este documento de fecha 14 de abril. Ya lo he leído y sí, no sólo es interesante sino también acertado (desde mi punto de vista), ya que apunta hacia el euro como el principal problema de España.

Una de las cosas que comenta y que me ha dejado perplejo es que Jonathan Tepper conoce la situación española muy bien (reside aquí, creo), hablando un perfecto castellano. Ahora bien, como lo que dice no interesa (es lo que se dice en La decadencia de Occidente, en Volando a Castelldefels, en el documento que os he comentado de Mr. Mauldin, aquí, etc.) ha sido "apartado" de los programas televisivos desde hace tiempo por "recomendación gubernamental" (del Gobierno del Sr. Zapatero, según John Mauldin en ese artículo).

Yo, que pensaba que la expulsión de Luis de Libertad Digital se debía a la idiosincrasia característica de este grupo de comunicación (por ser suave) y, por tanto, que era algo excepcional, descubro ahora que es una práctica muy extendida en España.

No soy amigo de conspiraciones más allá de la ficción, pero es (como diría el difunto Julio Iglesias Puga) "raro, raro, raro" que se intente tapar la voz de los que defienden una Política Monetaria propia para su país como instrumento soberano para hacer frente a la crisis/depresión (¿2007-2017?, ya lo dije una vez; vamos camino de ello).

En fin...¿a qué viene entonces esta entrada? Una vez recomendada la lectura del documento de Mr. Mauldin recomiendo ver el siguiente vídeo que he encontrado (busqué, por curiosidad, intervenciones de Jonathan Tepper en televisiones españolas).

Aunque parezca que está todo en catalán Mr. Tepper le pide al principio al presentador que le deje hablar en castellano, que es el idioma que controla. Así que los que no sepan catalán (como yo) tengan en cuenta que sólo se enterarán al 100% de lo que dice Mr. Tepper. ¡¡Pero no se arredren por esta circunstancia!! Kein Problem! No necesitan nada más (y no tiene desperdicio, ya que es la pura verdad, como llevo defendiendo aquí desde hace ya algunos mesecitos).

Nuevo enlace aquí a la derecha.

Como ven, hay un elemento nuevo en el blog. Es un enlace de una plataforma que he encontrado gracias al blog de C. S. Peinado y que aboga por la desaparición de las Autonomías en España.

Yo he accedido y he votado (al parecer sólo van 253 votos y son necesarios miles, pero ya saben; un grano no hace granero pero ayuda al compañero).

¿Por qué? Voy a explicarlo.

En Microeconomía existe un concepto denominado economías de escala. No es más que aprovechar las sinergias procedentes de la producción a gran escala, es decir, eso de que la unión hace la fuerza.

¿Qué significa esto? Que si tenemos una empresa A y otra B y ambas producen con una máquina cada una 1.000 lapiceros diarios tenemos que, si por casualidad se fusionasen, tendrían 2 máquinas y producirían 2.000 lapiceros diarios...

¿Cuál es el beneficio? ¿Dónde está la sinergia, es decir, las economías de escala? Si se hace bien, la nueva empresa (llamémosle AB) aumentaría sus beneficios suponiendo igualdad en todo lo demás como el precio al que venden un lapicero, etc. (es decir, ceteris paribus como diría un economista o rebus sic stantibus como diría un jurista). Lo lograría a través de la supresión de varios costes. Por ejemplo; producirían con 2 máquinas, sí, pero ya en un solo local (se quitan un local de un plumazo con lo que eso conlleva; alquiler, I.B.I., pago del servicio de limpieza de un local, etc.), es muy posible que necesitasen menos personal (puede que si antes había 5 personas vigilando cada máquina haciendo 10 en total entre las dos empresas ahora con 8 personas se apañen para las dos máquinas...), etc.

Analicemos ahora la estructura autonómica desde un punto de vista de eficiencia económica.

¿Es eficiente que una región de aproximadamente 1.100.000 de habitantes tenga que pagar un Presidente de Comunidad Autónoma, una Asamblea Autonómica, un Consejero de Educación, otro de Agricultura, etc. cuando hay otra región de unos 6.500.000 de habitantes que hace lo mismo? No. En comparación, la Comunidad Autónoma de Madrid es más eficiente en su "producción" de decisiones ejecutivas presidenciales y de consejerías, de legislación autonómica, etc. que la Comunidad Autónoma de Extremadura.

Así, suponiendo que Esperanza Aguirre cobrase unos 89.000€ brutos al año y José Antonio Monago unos 51.000€ brutos al año tenemos que en Madrid salimos a unos 89.000/6.500.000=0'014€ por habitante y Presidenta Autonómica al año (es decir, 1'4 céntimos de euro al año por habitante) mientras que en Extremadura salen a unos 51.000/1.100.000=0'046€ por habitante y Presidente Autonómico al año (es decir, 4'6 céntimos de euro al año por habitante).

He ahí una medida objetiva de la eficiencia de las Comunidades extremeña y madrileña a la hora de "producir" Presidentes Autonómicos; Madrid es, aproximadamente, unas 3 veces (4'6/1'4) más eficiente que Extremadura en este aspecto.

Bueno, ya me he vuelto a enrollar.

Conclusión; por simple eficiencia económica (que es un concepto distinto del de eficacia, pero de eso ya hablaremos otro día) las Comunidades Autónomas deberían desaparecer, ya que no valen lo que cuestan (otros dos conceptos diferentes que ya explicó Antonio Machado; "es de necios confundir valor y precio").

España, por ejemplo, sí vale lo que cuesta, por lo que no encuentro argumentos económicos para defender su desaparición y posible integración en los "Estados Unidos de Europa".

Sin embargo, una vez rescatados...será lo que suceda (aunque, como aquí sí somos necios, encima seguiremos pagando un Presidente de Gobierno, unos cuantos Ministros, un Tribunal de Cuentas, un Congreso, un Senado...aunque de facto ya no tengan poder alguno).

P.D. Puestos a colgar enlaces en forma de imágenes he seguido el ejemplo de muchísimos otros blogs y he colgado un crucifijo ya que como católico es coherente con mi fe y como jurista es coherente con mis principios democráticos, que incluyen la libertad religiosa que intentó mermar el anterior Gobierno (desde mi punto de vista) con su propuesta para eliminar el crucifijo de la vía pública (propósito que sólo se conseguiría por la fuerza de las armas en muchos lugares como la bellísima Sevilla; sólo hay que pasear por su barrio de Triana para darse cuenta de lo que esta medida significaría).

Por cierto, hablando de Triana, sabed que...

¡Qué gran verdad!

P.D. No tengo familia sevillana ni andaluza...pero Sevilla es un lugar encantador.

domingo, 3 de junio de 2012

Aviso a las mujeres españolas (Derecho Internacional Privado), multiculturalidad y expulsión de los moriscos.

Presten atención. Sé que, al ser una entrada dedicada al mundo del Derecho, puede no interesar a muchos, pero les insto encarecidamente a su lectura.

Vaya por delante que respeto a la religión  musulmana como a cualquier otra y que lo que voy a hacer es dar, simplemente, consejos mediante la enunciación descriptiva de Leyes de países musulmanes (es decir, que no me invento nada con tal de "dejar mal" a los países musulmanes; sólo reproduzco la realidad).

Según la Sharia o Legislación religiosa islámica una mujer vale la mitad de un hombre, por lo que hereda la mitad de lo que le correspondería a un hombre.

Por otra parte, si nos centramos en el Derecho marroquí (el de nuestros vecinos del sur) vemos que la mudawana (Código de Familia marroquí) del Derecho marroquí prevé que no hay derecho de sucesión (por causa de muerte) entre un musulmán y un no musulmán, ni cuando la filiación paterna sea negada legalmente.

Con esto quiero avisar a las mujeres españolas (sobre todo, dado que es más probable que suceda allí, a las ceutíes y melillenes; por cierto, Ceuta y Melilla no han sido NUNCA marroquíes, que quede bien claro, por lo que la posición de este país con respecto a estas dos ciudades españolas no tiene fundamento alguno en base al Derecho Internacional Público). Sabed, compatriotas, que si mantenéis una relación sentimental con un marroquí sin casaros y tenéis hijos con él vuestros hijos no serán nacionales marroquíes (son hijos extramatrimoniales, por lo que su filiación paterna es negada legalmente por el Derecho marroquí al no ser hijos legítimos) y, en consecuencia, no heredarán nada situado en Marruecos que pertenezca a su padre como acabamos de ver al no haber derecho de sucesión cuando la filiación paterna sea negada legalmente (aunque el Tribunal español les dé la razón a los hijos el Tribunal marroquí, que es el que tendría que ejecutar la Stcia. para inscribir como propietarios de la supuesta casa sita en Marruecos a dichos hijos, no lo hará al no considerarles hijos por ser extramatrimoniales, por lo que estaríamos ante una mera victoria moral ante el Tribunal español).

También quiero avisar de que, en el caso de casarse con un hombre marroquí, por mucho que éste instituya como heredera en testamento a su mujer (española) ella no heredará nada que se encuentre en Marruecos salvo que se haya convertido previamente al islamismo (no hay derecho de sucesión entre un musulmán y una no musulmana, como acabamos de ver; ni siquiera aunque sea su esposa y esté instituida como heredera en testamento).

Finalmente, el último aviso trata sobre lo primero que he dicho. Así, aunque la mujer española se casase con el hombre marroquí y tuviese los hijos dentro del matrimonio con él, en el caso de que tenga una hija y un hijo (por ejemplo) debe saber que, con respecto a lo que el marroquí tenga en Marruecos, su hija heredará únicamente la mitad de lo que le corresponde a su hermano (así, si la única propiedad es una casa en Marruecos sin deuda alguna, la hija de española y marroquí con un hermano del mismo vínculo heredará, de ser herederos de todo, 1/3 de la casa, heredando su hermano 2/3 de la misma).

Y todo esto son sólo ejemplos...

Para que luego digan ciertos cabestros que Europa (=la cultura Occidental) empieza en los Pirineos...

Hecho estos avisos me gustaría comentar que, curiosamente, en Derecho Internacional Privado español la multiculturalidad es un valor protegido (a veces se prefieren ciertas decisiones a otras porque, así, se respeta y aplica el Derecho extranjero, lo cual es muy bonito y está muy bien, pero ya me gustaría a mí que hubiera reciprocidad, siendo el Derecho español respetado y aplicado en las mismas situaciones en otros países...).

Finalmente, y al hilo de todo esto, hoy he descubierto un beneficio jurídico/sociocultural más de la conversión obligatoria de los moros en 1.492 por los Reyes Católicos (los que no aceptaron fueron/serían expulsados) y de la expulsión de los moriscos (es decir, de los moros convertidos al Catolicismo, aunque en su fuero interno aborrecían, lógicamente, la religión que les fue impuesta) en 1.603 por Felipe III.

Y es que, de no haber sucedido esto, hoy en día habría un sector de la población española (seguramente localizado en la provincia de Granada) de religión musulmana que, de la misma forma que ciertas regiones españolas tienen Derechos Forales (se les aplican normas diferentes en algunos aspectos civiles por ser aragoneses, etc.), se regiría por normas diferentes derivadas de la Sharia. No sé yo si esto hubiera sido eliminado por la Constitución de 1.978 (que erradicaría lo de que la mujer hereda la mitad que el hombre, etc.) pero, de haber sido eliminado, hubiera sido con resentimiento por parte de este colectivo (y, dado lo bien que hemos tratado a los nacionalistas no españoles, seguramente hoy en día tendríamos "sentimiento de culpa", habría "colectivos que exigirían una reparación/restitución de sus derechos históricos" cuyas asociaciones cobrarían subvenciones, etc.), lo que sería una fuente permanente de conflictos y, de no haber sido eliminado, provocaría hoy en día situaciones en la propia España como las que he descrito más arriba.

Así que, una vez más, ¡bien por los Reyes Católicos! Y, esta vez, ¡bien por Felipe III! Y os lo dice un republicano...

P.D. Sé que todo esto va en contra de la autonomía moral del individuo, que debe ser respetada, etc. (Filosofía del Derecho) pero, de la misma forma que sucede con la poligamia, en este tipo de cuestiones me cuesta ceder por los problemas (para mí irresolubles) que comporta. Llámenme paternalista, imperialista, etc., pero en esto no cedo. La autonomía moral del individuo nació en la cultura europeo-occidental así que, ¿qué sentido tiene utilizar un concepto occidental para tratar situaciones no occidentales? Es decir, creo que es ilógico usar un concepto inventado/descubierto para un cierto tipo de sociedad en otro tipo de sociedad inserta en la primera, y muchísimo más ilógico hacerlo en pro de la multiculturalidad, etc. (ya que...¿por qué debe ser objetivo de una Democracia occidental proteger y favorecer la multiculturalidad si en el resto de culturas no se hace?; ¿por qué hay que meter al máximo el anarquismo en el Derecho si en la mayoría de Derechos del resto del Mundo se hace justamente lo contrario?).