No hace nada (ni una hora) en una radio de cuyo nombre no quiero acordarme (palabras aproximadas)..."Hay que tener en cuenta que el hecho de aumentar la oferta monetaria puede parecer muy bueno, pero eso es como la heroína; muy adictivo. Ya que el problema de aumentar la cantidad de papel moneda es que sabes cuándo empiezas a darle a la manivela de la imprenta, pero no cuándo terminas. Y claro, todos sabemos lo que sucedió durante la República de Weimar y las consecuencias políticas de aquéllo...Porque no es recomendable que la gente tenga que ir con carretillas llenas de billetes a comprar el pan. Además, entraríamos en una dinámica destructiva [¿?] de a ver quién devalúa más."
En fin, no voy a seguir escribiendo más de lo que dijo esta persona. Y eso que es un "experto". Yo a esto lo llamo La devaluación externa o el nuevo pecado capital. Y es que, en este caso, con tal de salvar nuestra alma prefieren quemar nuestro cuerpo en la hoguera (creo que algo así dijo ya Luis en La decadencia de Occidente en su día).
Si al menos esta nueva fe fuese la Verdadera Fe hasta lo toleraría...pero lo peor de todo es que no tiene base razonable ni racional alguna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario