La devaluación externa o el nuevo pecado capital.

No lo sabía, pero al parecer la devaluación externa ha pasado a engrosar la lista de lo que puede constituir pecado capital para la Iglesia Católica. De no ser así, no me explico cómo tantas personas de religión o tradición católica en nuestro país la tratan como tal.

Y es que en varios y muy diferentes foros se ve a dicho instrumento de la política monetaria, desde que nos "sumergimos" en la crisis (momento a partir del cual se habla sobre cómo resolverla), como algo propio de "débiles", de países tercermundistas...Nada más lejos de la realidad.

En Economía hay dos palancas en el cuadro de mando de un Estado soberano; la política fiscal y la política monetaria. Pero antes no puedo evitar hacer aquí un inciso que, aparentemente, no tiene nada que ver.

Y es que hablando de Estados soberanos...¡qué buenos tiempos cuando Estado soberano era lo mismo que Estado-nación! ¡Ése era el sueño de los Reyes Católicos! Y, si bien no cristalizó (jurídicamente al menos) hasta el Siglo XVIII con los Decretos de Nueva Planta (cuando todos los españoles comenzamos a regirnos por el mismo Derecho), fue gracias a ese "sueño real" (aunque también a otras causas) por lo que se originó la Edad Moderna.

Terminado el inciso, volvamos a lo nuestro.

Cuando un Estado que no ha delegado parte de su soberanía a una institución supranacional (tipo la Unión Europea) sufre una crisis económica puede hacer dos cosas para salir más rápidamente de ella (salir más rápidamente significa no ayudar a que se "profundice" en la crisis):

1. Utilizar su política fiscal.

2. Utilizar su política monetaria.

Por supuesto, cabe la conjugación de ambas políticas o incluso no utilizar ninguna (lo cual sería un suicidio, por supuesto).

Hay que remarcar que ambas políticas pueden tener un sentido tanto contractivo como expansivo de la Economía.

Un ejemplo de política fiscal expansiva sería bajar los impuestos y otro de contractiva subirlos. Un ejemplo de política monetaria expansiva sería reducir el porcentaje del coeficiente de caja obligatorio de los bancos (dinero que están obligados a mantener en reservas, no pudiendo prestarlo) y otro de contractiva aumentar dicho porcentaje.

Nos encontramos sin embargo en España ante la inexistencia de facto de la política monetaria. Mis profesores universitarios nos enseñan que sí, que de iure (aunque no utilicen estas expresiones) España tiene política monetaria propia al tener un asiento en el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (es decir, que en teoría las decisiones del BCE proceden, al menos en una parte de 17, de la soberanía española).

Sin embargo todo apunta a que la realidad es otra. Es Alemania la que ostenta TODA la soberanía (o más de la que le correspondería). Debido a razones históricas que comentaré si alguien me pregunta, el BCE es el "clon" del Bundesbank y Frau Merkel es quien ostenta de facto el mando en dicha plaza.

Todo esto ayuda a explicar las siguientes afirmaciones:

1º España ha visto cómo su soberanía sobre la política monetaria se ha "evaporado" (aunque jurídicamente no sea así).

2º Alemania se ha visto, de repente, con la política monetaria de 17 países prácticamente en sus manos (ya lo hubiesen querido otros alemanes que ya en su día intentaron imponer varios Reiche en Europa).

3º Alemania impone una política monetaria acorde a sus intereses.

4º Esto nos obliga a todos a utilizar el "cinturón" alemán (que no es de la talla de Frau Merkel sino todo lo contrario) y, como no somos alemanes (tampoco tendríamos por qué serlo, pero eso es otra discusión) nos estamos germanizando a lo bestia.

5º La política monetaria importa y utilizarla (darle más liquidez al sistema o devaluar la "peseta", que en el fondo es casi lo mismo por ciertas razones que no nombraré) es una de las maneras de resolver una crisis (más si es financiera, que a diferencia de las crisis "normales" se fundamenta en una FALTA DE LIQUIDEZ).
6º Como liquidez y solvencia son términos MUY relacionados (la liquidez a corto plazo determina la solvencia en el largo plazo) y como, al no utilizar la devaluación externa, utilizamos la devaluación interna (deflación interna de precios Y SALARIOS que, por cierto, no son más que otro precio; el del trabajo) para salir de la crisis...el Sr. Rajoy no durará en la Moncloa más allá de Febrero o Marzo del 2013 (aproximadamente).

7º En consecuencia, que Dios nos coja confesados (en su sentido literal). Y no porque el que se vaya el Sr. Rajoy sea malo para España, sino porque el hecho de que se vaya significa que se va a violentar el orden constituido, y eso sí es malo para España al no haber nada mejor conocido que la Democracia (la de verdad, la denominada "liberal").

P.D. Hoy es el día de la Constitución Española. La Nación Española (mayúsculas del texto original) es "patria común e indivisible de todos los españoles". Las nacionalidades (entendibles como nacionalidades culturales) y regiones tienen derecho a la autonomía no siendo, por tanto, soberanas. El Art. 1.2 CE establece que "La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado."

El pueblo español es eso; el pueblo español, es decir, el conjunto de individuos nacionales españoles. No puede interpretarse ese concepto como algo colectivo, en plan "rubios, luteranos o con unos ingresos anuales superiores a 100.000 €". Que no se nos olvide. Eso no quita, sin embargo, que para participar de dicha soberanía sean necesarios ciertos requisitos (18 años de edad para votar o aprobar las oposiciones a Juez para integrar parte del Poder Judicial).

¿Para mí? Buena Constitución, aunque mejorable (como toda obra humana). Por supuesto mejor que todas las anteriores (incluida la republicana, y os lo dice un republicano). Supone asimismo un punto clave en nuestra Historia, ya que es la primera democrática que no está hecha "contra nadie". O al menos intencionalmente.

¡Ah! Y reformada por segunda vez en quince días (como quien dice). Reforma, por otra parte, penosa...