domingo, 19 de febrero de 2012

Tarea abandonada y la Esperanza.

Aquí viene un compendio de algunos de los cambios más importantes que introduce la reforma laboral. Yo estoy de acuerdo con ellos, aunque sean claramente insuficientes. Si alguien que lea dicho enlace quiere discutirme la bondad de dichos cambios (que no la insuficiencia) que me pregunte y explicaré en detalle por qué lo veo bien.

Digo esto porque he abandonado la tarea de explicar uno a uno los epígrafes de la reforma (iba a hacerlo en esta entrada pero lo he borrado).

¿Y por qué? Porque hoy quiero hablar de algo más importante. De la Esperanza.

Sé (o supongo, por mera estadística) que muchos de mis lectores no son creyentes (al menos creyentes católicos). Yo sí lo soy. No voy a dar un discurso sobre el mensaje de Esperanza que transmite el Cristianismo. Y no lo voy a dar (y lo aviso para que mis lectores no abandonen la lectura de esta entrada) porque sé de la aversión de la sociedad posmoderna hacia dicho mensaje ("vaya rollo", "siempre igual", etc.).

Sí quiero comentar, sin embargo, dos cosas.

La primera es de menor entidad. Y es que en Filosofía del Derecho, y una vez se sustituyó la corriente Iusnaturalista por el Positivismo o el Realismo, surgieron una serie de problemas que jamás tendrán solución (como en tantas otras ramas del saber).

Y pongo un ejemplo. Siendo el Tribunal Constitucional el máximo intérprete de la Constitución Española (y siéndolo porque ésta así lo dispone) puede darse la siguiente situación.

Si en su Sentencia 53/1985 sobre la constitucionalidad de la Ley del aborto anterior establece que el nasciturus (el feto aún no nacido) es un bien jurídico a proteger que, por tanto, no puede estar desprotegido sin justificación jurídica de entidad suficiente (malformaciones graves en el feto que lo hagan inviable para la supervivencia, etc.) tenemos que lo que está acorde a la Constitución es un sistema de supuestos o causas en las que está permitido abortar.

Si en su próxima y largamente esperada Sentencia sobre la constitucionalidad de la Ley del aborto hoy vigente estableciese que la "libertad de la madre" es motivo suficiente para abortar (siendo la Ley vigente constitucional) instituiría un sistema de plazos (hasta la semana X de embarazo está permitido abortar sin justificación jurídica alguna).

Pues bien. Aquí habría un problema. Y es que, sin cambiar ni un ápice la redacción del texto constitucional en este sentido, el máximo intérprete de la Constitución establecería A en 1985 y B en 201X.

Al ser más reciente en el tiempo la última Sentencia sería la interpretación válida. Esto significa, entre otras cosas, que en el futuro puede haber otra Sentencia del Tribunal Constitucional que vuelva a establecer A o, incluso, que establezca C, siendo C una interpretación aún más restrictiva que A, etc.

¿Qué significa todo esto? Significa que toda obra humana es imperfecta. Y que o se referencia a principios y valores inmutables en el tiempo o tenemos chapuzas jurídicas (porque la regla de que lo más reciente deroga a lo anterior está pensado para las Leyes, no para las interpretaciones del Tribunal Constitucional que, desde mi punto de vista, deberían ser inmutables en el tiempo).

¿Y por qué digo esto? Porque lo lógico es que, si según el Tribunal Constitucional una materia debe interpretarse de la manera X y no gusta, lo que debería hacerse es cambiar la Constitución para adaptarla a los "cambios sociales".

¿O qué sucede? ¿No será que, en realidad, dichos "cambios sociales" no son tales y que no hay una mayoría social lo suficientemente amplia como para elegir un Parlamento lo suficientemente a favor para cambiar la Constitución en el tema del aborto?

Tenemos, aquí, una puñalada por la espalda de un sector de la sociedad contra el resto, ya que ha decidido saltarse las reglas del juego para imponer su visión del Mundo. Es decir que, desde mi punto de vista, la legalidad del cambio de la Ley del aborto (en el caso de que el Tribunal Constitucional la declarase constitucional, cosa que dudo) no significaría ni mucho menos legitimidad de tal cambio por lo antes comentado (si quieren cambiar algo que mediante Sentencia el Tribunal Constitucional ya fijó claramente que cambien la Constitución).

He aquí un problema irresoluble; el de cómo encajar lo legal con lo legítimo (que con el Iusnaturalismo no sucedía al haber un orden superior claro; al menos para una gran mayoría social).

La segunda cuestión que quiero comentar es acerca de la Esperanza misma. Para los no creyentes la pregunta debería ser (desde mi punto de vista) ¿realmente se va a acabar todo tan fácilmente? ¿Realmente el ser humano, que ha llevado al hombre a la Luna, que ha inventado las centrales nucleares y el tren bala, etc. no va a ser capaz de solucionar una Depresión como ya se hizo en los años 30?

Es decir, ¿realmente no hay Esperanza (en el Hombre, dirían ellos)?

Yo sólo quiero afirmar que la Iglesia nunca ha sostenido que el Final de todo fuera maravilloso. Más bien todo lo contrario (lean el Apocalipsis si no me creen). Y a esta afirmación yo añadiría que no. Que el Apocalipsis no tiene por qué acaecer en este tiempo, porque para eso estamos dotados de razón y tenemos las herramientas necesarias para evitar este entuerto (es decir, esta catástrofe se está enquistando de forma artificial; por mano del ser humano).

Así (e hilando los dos puntos que he tratado) tenemos dos frases de Albert Einstein (pongo estas frases y no otras sacadas de la Biblia por los no creyentes).

"Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber." A esto yo digo...¿qué pensarán los relativistas? Si todo vale, si no hay principios inmutables insertos en un sistema de sabiduría...¿en dónde se va a penetrar (véanse las Sentencias del Tribunal Consitucional sobre el aborto que hay y que nos espera) si no hay nada? Lo único que se hará será estudiar un conjunto de enunciados mutables y conexos o no entre sí (es decir, ¿para qué hacerse Doctor en una disciplina de una Ciencia Social si realmente no hay nada por descubrir?). Esto significaría, entre otras muchas consecuencias, que lo legal no tiene por qué ajustarse a lo legítimo.

"Hay dos cosas infinitas; el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro." Esto es lo que hará que, realmente, PUEDA no haber Esperanza.

¿Qué sucederá en este campo de batalla? ¿Perderemos la Guerra?...

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